Pese a protestas, ciudad china celebra fiesta de carne de perro

Los detractores denuncian malos tratos y procedencia dudosa de los animales sacrificados

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2016-06-21 8:15:00

YULIN. Una ciudad del sur de China celebra hoy su festival anual de degustación de carne de perro pese a las duras críticas y protestas de activistas por los derechos de los animales.

Durante una semana, vendedores sacrificaron a perros y cocinan su carne en docenas de restaurantes en la ciudad de Yulin, en una cita que se ha convertido en un símbolo de crueldad y podría propagar enfermedades asociadas a una industria poco regulada.


Fotos: Miles de perros son sacrificados en el festival de la carne de perro en Yulin


Hoy, activistas compraron perros a compradores que tenían previsto sacrificarlos, mientras residentes se quejaron de que los foráneos estaban estropeando lo que consideran una tradición local.

“Venimos a Yulin a decirle a la gente que los perros son nuestros amigos. No debería matar perros de esta forma tan cruel y muchos de los perros que matan son mascotas”, manifestó Yang Yuhua, un voluntario de la ciudad de Chongqing, en el centro del país.

Se estima que entre 10 y 20 millones de perros son sacrificados anualmente en el país por su carne. El festival de Yulin se ha convertido en el centro de todas las críticas.

Se cree que muchos de los perros son mascotas robadas a sus dueños o simplemente recogidos de la calle.

Las organizaciones proderechos de los animales apuntan también que los miles de perros que llegan a Yulin en estas fechas para ser sacrificados lo hacen en condiciones terribles. La mayoría llega hacinada en jaulas apiladas en camiones, sin recibir comida ni bebida durante un trayecto que puede durar días. A su llegada no necesariamente van a ser examinados para detectar posibles enfermedades. Muchos reciben la muerte a golpes, ante la creencia de que la liberación de adrenalina potencia el sabor de esa carne.

En el festival también se puede degustar carne de gato, que suelen recibir el mismo maltrato.

En los últimos años, el gobierno local ha buscado desvincularse del evento, vetando la asistencia de sus empleados y limitando su tamaño con el cierre de mercados y mataderos.